miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Las ordenanzas están para cumplirse?


Redacción I


Trabajo final

Celeste Martino C1

¿Las ordenanzas están para cumplirse?


fuente: ciclismourbano.info

Al igual que muchas ciudades del mundo, Rosario promueve el uso de las bicicletas como una manera de disminuir la contaminación, desalentar el tránsito e incrementar la salud de los ciudadanos. Tal es la intención de fomentar este tipo de transporte, que el año pasado se concretó un proyecto llamado “Pacto de Movilidad”. El mismo establece un plan estratégico con miras a futuro que establece como uno de sus objetivos principales la protección del medio ambiente mediante la utilización de energías no renovables.

Sin embargo no todo marcha sobre ruedas para los ciclistas al momento de salir a las calles. Transitar por el centro se convierte en una odisea, ya que no hallan un espacio para guardar sus vehículos. La solución existe y está vigente hace 25 años, a pesar de que el municipio no exija su aplicación. En este sentido cabe preguntarse: ¿Hasta qué punto Rosario promueve el uso de la bicicleta?.

La Ordenanza 4.052 rige en Rosario desde 1986 y uno de los ediles que la impulsó fue Alberto Cortés. La normativa establece que todos los garages con capacidad mayor a 30 vehículos, sean playas privadas o edificios públicos, tienen la obligación de ceder gratuitamente el espacio equivalente a un auto grande para estacionar bicicletas. Además, el edicto le exigía al Ejecutivo municipal la difusión de esta disposición para que tome conocimiento público.

Pero visto que en 24 años nunca se comunicó lo dispuesto por la normativa, ni se realizó control alguno sobre los locales para verificar si estaban obedeciendo a la demanda, el Concejal Cortés volvió a insistir sobre el asunto. Fue así que el 29 de julio de 2011 logró que el Concejo aprobara el Decreto Nº 34.039, en el cual se encomienda al Ejecutivo que se de un cumplimiento efectivo de la Ordenanza 4.052. A su vez se le sugiere a las autoridades la aplicación de sanciones para los estacionamientos que la infrinjan.

En tanto, el Edil del Proyecto Sur aseguró: “No ha habido voluntad por parte del Ejecutivo municipal para controlar su cumplimiento”. También agregó que para llevar a cabo una ordenanza que establece obligaciones para los privados, “hace falta que la Municipalidad realice inspecciones y sancione a los que no la cumplen”.

Por su parte, el Intendente Miguel Lifschitz admitió que el incumplimiento de la ordenanza se debe a la falta de inspecciones. “Probablemente haya que tener un control más estricto”, justificó. De igual manera desestimó que se trata de “cuestiones culturales” y es posible que no haya demasiada demanda porque “no hay costumbre de estacionar las bicicletas en las playas de estacionamiento” y muchos ciclistas optan por dejarlas en cualquier sitio. Sin embargo el funcionario reconoció un tanto avergonzado su responsabilidad y aclaró que “las ordenanzas están para cumplirse”.




En la vereda de enfrente se encuentran los ciclistas, indignados por el incumplimiento de la normativa, que peticionan constantemente ante las autoridades y los playones, pero obtienen una y otra vez las mismas respuestas. Incluso han realizado una especie de agrupación vía Facebook (“Que en Rosario se cumpla la Ordenanza 4052/86”) para divulgar la Ordenanza y compartir experiencias y novedades al respecto.

En los estacionamientos en cambio, se ignora la disposición municipal. En el playón ubicado en 9 de Julio y Buenos Aires negaron tener conocimiento alguno respecto de la Ordenanza. El encargado del local contó que en un principio admitían que la gente guardara sus bicicletas, pero luego comenzaron a faltar rodados y el negocio debió hacerse cargo. También se declaró en contra de la normativa, porque aseguró que los impuestos son cada vez más acrecentados y “no pueden perder un espacio que bien podría destinarse a un vehículo”.

En el garage de Catamarca al 1.800 y en otro ubicado en barrio Pichincha, los administradores aseguraron que en sus locales sería imposible guardar bicicletas de manera gratuita, ya que tienen portones en su ingreso y cada cliente cuenta con una copia de la cerradura para ingresar. No obstante, en el estacionamiento céntrico declararon tener un espacio para rodados destinado a los vecinos que guardan sus vehículos en el lugar. En el caso de la playa ubicada en Pichincha, el empleado se quejó de la ordenanza, ya que la que considera como “un acto avasallante sobre los derechos del dueño a lucrar con su local”.

Ante todo lo dicho está claro que en 25 años nunca se efectivizó el cumplimiento de la Ordenanza 4.052. En primer lugar esto se debió a la falta de difusión del edicto y a la ausencia de controles por parte del Ejecutivo municipal. Pero también los estacionamientos contribuyeron desde un principio a la transgresión de la norma, para evadir responsabilidades. El hecho de que el municipio los obligue a hacerse cargo en caso de un robo o extravío, genera que los playones se opongan a brindar este servicio. Como dice una célebre frase: “Las leyes nacen por las necesidades de la sociedad, viven para cumplirse e infringirse, y mueren por la ignorancia y el olvido de las personas”. (Anónimo)


1 comentario:

  1. Muy buena argumentación.
    Bien enlaces. Yo sacaría los íconos de audios y enlazaría desde los nombres de los entrevistados.

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